ÉTICA, CALIDAD Y PROFESIONALIDAD EN LA ATRACCIÓN DEL TALENTO

¿Cómo los Procesos de Selección pueden fomentar la Diversidad en el Liderazgo?

Redacción AEBYS,

Vivimos en un mundo interconectado y globalizado. Por lo tanto, hablar de diversidad no es una opción, es una necesidad. Y la diversidad en el liderazgo, específicamente, ha cobrado especial relevancia. 

Pero, ¿cómo podemos contribuir a ella desde los procesos de selección? En este artículo, vamos a descubrir juntos cómo transformar la selección de personal para fomentar un liderazgo más diverso e inclusivo.


Despertando a la Diversidad

Muchas veces, cuando hablamos de diversidad, lo primero que nos viene a la mente son características visibles como el género, la edad o la cultura. Sin duda, estos son elementos críticos y tienen un impacto significativo en la forma en que las personas interpretan y experimentan el mundo. Por eso, fomentar la diversidad en estos aspectos en el liderazgo es fundamental para reflejar la pluralidad de la sociedad en la que vivimos.

Pero la diversidad va más allá de la inclusión de personas de diferentes grupos demográficos. Hablamos también de diversidad cognitiva, es decir, de pensamiento. 

Y es que, los y las líderes que piensan de manera diferente, que tienen distintos enfoques para resolver problemas y tomar decisiones, pueden aportar una variedad de perspectivas que enriquecen la toma de decisiones y fomentan la innovación.

Por tanto, al hablar de diversidad en el liderazgo, nos referimos a un concepto mucho más amplio. Este entendimiento más profundo y completo es el primer paso para entender cómo los procesos de selección pueden ayudar a fomentarla. 

Es una invitación a abrir nuestras mentes y nuestros procesos a un espectro más amplio de posibilidades, a despertar a la verdadera diversidad.

Los Procesos de Selección como Puente Hacia el Liderazgo Diverso

Las empresas son motores de cambio, y en sus manos está la posibilidad de dar forma a un futuro laboral más inclusivo y variado. Los procesos de selección juegan un papel protagonista en este escenario, actuando como la puerta de entrada para aquellos que desean formar parte de nuestras organizaciones.

Para nutrir nuestras empresas de líderes que aporten una miríada de perspectivas, es esencial que contemos con una amplia gama de candidatos y candidatas. Esto implica echar un vistazo crítico a nuestras estrategias de selección y reclutamiento. Necesitamos ajustar nuestros criterios de selección para asegurarnos de que no estamos excluyendo involuntariamente candidaturas valiosas que podrían aportar nuevas visiones y enfoques.

Del mismo modo, quizás sea el momento de expandir nuestros horizontes en términos de cómo y dónde buscamos talento. Esto es, traspasar las fronteras de los canales de reclutamiento tradicionales y explorar nuevas herramientas y tendencias puede ayudarnos a descubrir perfiles brillantes que de otra manera podríamos pasar por alto.

Además, es posible que debamos reconsiderar los requisitos que planteamos para los roles de liderazgo. ¿Estamos pidiendo lo que realmente necesitamos para los desafíos del siglo XXI, o simplemente estamos replicando viejas recetas que pueden no ser adecuadas para la realidad actual?

Los Sesgos Inconscientes en la Selección

Nuestra mente, en un intento de simplificar el mundo y tomar decisiones rápidas, tiende a crear atajos. Estos atajos, conocidos como sesgos cognitivos, influyen de manera invisible en nuestras decisiones y comportamientos. 

En el contexto de la selección, estos sesgos a menudo representan un obstáculo importante para la promoción de un liderazgo más variado e inclusivo.

Un claro ejemplo de estos sesgos inconscientes son los prejuicios que tenemos sin darnos cuenta, que pueden hacer que pasemos por alto a candidatos y candidatas altamente cualificados simplemente porque no encajan con nuestra idea preconcebida de cómo debe ser un líder.

Enfrentar estos sesgos es uno de los mayores desafíos que tenemos por delante. Y aunque no hay una fórmula mágica para eliminarlos por completo, sí que hay varias estrategias que podemos implementar para minimizar su impacto.

Por un lado, la formación y la reflexión son fundamentales. Necesitamos ser conscientes de nuestros sesgos para poder desafiarlos. Esto implica fomentar un espacio de aprendizaje y reflexión, donde podamos explorar nuestras propias preconcepciones y aprender a reconocerlas y cuestionarlas.

Por otro lado, también es crucial que contemos con herramientas que nos ayuden a hacer nuestros procesos de selección más objetivos y estandarizados. Es imprescindible incluir el uso de pruebas y criterios de evaluación basados en evidencias, la implementación de entrevistas estructuradas, y el uso de tecnología con algoritmos de selección que ayuden a reducir la influencia de nuestros sesgos personales.

Recuerda: aunque los sesgos inconscientes representan un desafío importante, no son un muro insuperable. Con la disposición y las estrategias adecuadas, podemos enfrentarlos y avanzar hacia un liderazgo más inclusivo y diverso.

Creando un Entorno Inclusivo

La diversidad en el liderazgo no es simplemente un asunto de quién ocupa los puestos de poder. Es también una cuestión de cómo esos y esas líderes pueden florecer y desarrollarse una vez que están en posición. En otras palabras, no basta con abrir la puerta a una variedad de líderes si luego no se les proporciona un entorno en el que puedan prosperar.

Esto implica cultivar una cultura organizacional donde la fuerza laboral se sienta valorada y respetada, independientemente de sus diferencias. Un lugar donde cada persona pueda aportar su perspectiva única y sentir que es escuchada. Donde cada empleado y empleada tiene la misma oportunidad de crecer y desarrollarse, sin barreras artificiales que obstaculicen su progreso.

Aquí es donde la selección de personal se convierte en un catalizador de cambio. Al seleccionar a líderes que valoran y promueven una cultura inclusiva, podemos ayudar a moldear la cultura de nuestra organización. Estos líderes pueden actuar como modelos a seguir, mostrando con su comportamiento y decisiones que valoran la diversidad de pensamiento, experiencias y estilos de liderazgo.

De esta forma, la selección de personal no solo puede contribuir a un liderazgo más diverso, sino también a una cultura más inclusiva. No se trata solo de quién entra por la puerta, sino de cómo se sienten y cómo pueden desarrollarse una vez que están dentro. 

Porque en un entorno verdaderamente inclusivo, todos pueden crecer y contribuir con su máximo potencial. Y eso es algo que beneficia no solo a los individuos, sino a toda la organización.

En Conclusión

La diversidad en el liderazgo no es solo un ideal a aspirar, sino una estrategia efectiva para mejorar la innovación, la satisfacción de los empleados y el rendimiento organizacional.

Los procesos de selección desempeñan un papel crucial en la promoción de esta diversidad. Con los enfoques y estrategias adecuadas, podemos transformar nuestros procesos de selección para fomentar un liderazgo más inclusivo.

Juntos, podemos hacer de la diversidad la norma, no la excepción. Porque la variedad no es solo buena para la sociedad, también es buena para los negocios. ¿Empezamos?


Comentarios


Para comentar, por favor inicia sesión o crea una cuenta
Modificar cookies